Un nuevo aporte de la ciencia en el sentido de lograr alimentos funcionales para el control de enfermedades. En este caso se trata de lo que se viene investigando sobre las posibilidades del jugo de un tipo de arándano cultivado en Canadá (Vaccinium angustifolium).
Las propiedades antidiabetógenas de esta planta se han venido estudiando desde hace algunos años, siguiendo a su uso tradicional o folklórico en este sentido. El primera instancia se atribuyó a su poder antioxidante tal propiedad, luego a su contenido en antocianinas y actualmente se ha logrado potenciar aún más su acción mediante la fermentación del jugo de esos frutos con el cultivo de una bacteria que existe en la piel de los frutos.
Se demostró que la actividad bacteriana modificaba el contenido fenólico del jugo y aumentaba su potencia antioxidante. Ahora se está proponiendo que la biotransformación del jugo de arándanos, lograda mediante la bacteria Serratia vaccinii, presente en la piel de los frutos, da lugar a la activación de una enzima muy importante en la regulación de los niveles de glucosa en sangre, mediante la estimulación del consumo de esta por las células musculares y las células adiposas. Asimismo se establece que hay una inhibición paralela de la formación de tejido adiposo (adipogénesis).
Con ello está evidenciando un enorma potencial en el control de la diabetes y promete ser una herramienta valiosa en la disminución del sobrepeso y la obesidad.
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