La hiperplasia benigna de próstata o prostatitis, consiste en un crecimiento excesivo en el tamaño de la próstata. Es muy común en hombres a partir de los 60 años.
Su pronóstico es bueno, suele provocar trastornos de micción y por lo general los diferentes tratamientos no invasivos tienen éxito. Solamente con una elevación importante del antígeno prostático se considera la cirugía y debido al riesgo del desarrollo de un tumor. Los síntomas se producen por obstrucción o por irritación. La obstrucción puede concluir en retención urinaria. La irritación produce sensación y urgencia de orinar. En casos complejos puede haber infeccción urinaria y aún fallo renal.
La eficacia de Serenoa repens y de Prunus spinosa, esta comprobada, al igual que la del epilobio (Epilobium parviflorum). Más discutida es la eficacia de las semillas de Cucurbita pepo (calabaza) y raíz de ortiga (Urtica dioica).
Llama la atención la no mención de la infusión de (Malva sylvestris) un potente antiinflamatorio, tanto para uso oral como tópico.
Personalmente desde que comencé con agrandamiento prostático, ya hace más de 20 años, he ido probando varios medicamentos naturales y ultimamente, por eficacia y precio, me mantengo con la infusión de malva como principal tratamiento. Preparo 1 litro, lo bebo en el correr de 1 semana y después espero 3 a 4 semanas para un nuevo tratamiento con esta planta.
Otra planta que debo mencionar es la carqueja carqueja (Baccharis trimera), con reconocidas propiedades antiinflamatorias, que por razones diferentes (el uso de antiinflamatorios en enfermedades crónicas) he comenzado a probar, por ahora agregando algunas hojas secas al mate mañanero. Estoy comprobando que la hiperplasia no avanza y que los síntomas usuales de su agrandamiento no se presentan.
Del mismo modo el agregado de polvo de cúrcuma (Curcuma longa) está dando buenos resultados. Esto era de esperar, habida cuenta de las importantes propiedades antiinflamatorias de este condimento.
Su pronóstico es bueno, suele provocar trastornos de micción y por lo general los diferentes tratamientos no invasivos tienen éxito. Solamente con una elevación importante del antígeno prostático se considera la cirugía y debido al riesgo del desarrollo de un tumor. Los síntomas se producen por obstrucción o por irritación. La obstrucción puede concluir en retención urinaria. La irritación produce sensación y urgencia de orinar. En casos complejos puede haber infeccción urinaria y aún fallo renal.
La eficacia de Serenoa repens y de Prunus spinosa, esta comprobada, al igual que la del epilobio (Epilobium parviflorum). Más discutida es la eficacia de las semillas de Cucurbita pepo (calabaza) y raíz de ortiga (Urtica dioica).
Llama la atención la no mención de la infusión de (Malva sylvestris) un potente antiinflamatorio, tanto para uso oral como tópico.
Personalmente desde que comencé con agrandamiento prostático, ya hace más de 20 años, he ido probando varios medicamentos naturales y ultimamente, por eficacia y precio, me mantengo con la infusión de malva como principal tratamiento. Preparo 1 litro, lo bebo en el correr de 1 semana y después espero 3 a 4 semanas para un nuevo tratamiento con esta planta.
Otra planta que debo mencionar es la carqueja carqueja (Baccharis trimera), con reconocidas propiedades antiinflamatorias, que por razones diferentes (el uso de antiinflamatorios en enfermedades crónicas) he comenzado a probar, por ahora agregando algunas hojas secas al mate mañanero. Estoy comprobando que la hiperplasia no avanza y que los síntomas usuales de su agrandamiento no se presentan.
Del mismo modo el agregado de polvo de cúrcuma (Curcuma longa) está dando buenos resultados. Esto era de esperar, habida cuenta de las importantes propiedades antiinflamatorias de este condimento.
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