Tenía planificado avanzar con los últimos aportes científicos en relación a artritis y plantas medicinales pero, una serie de consultas sobre dos aspectos muy importantes y relacionados, me lleva a modificar los planes.
Los dos temas que inquietan y mucho son nada menos que la inflamación y las enfermedades autoinmunes.
La inflamación es un proceso sumamente complejo y dinámico, diseñado al parecer para detener procesos agresivos (tal el caso de procesos alérgicos) y no permitir que avancen hacia todo el cuerpo, o para inmovilizar una zona hasta lograr su recuperación (como en traumatismos).
Este proceso de defensa promueve un mayor flujo de sangre a la zona y la aparición de los síntomas clásicos, hinchazón, dolor, enrojecimiento y aumento de temperatura local. Las inflamaciones pueden ser agudas o crónicas, según su presentación y evolución.
Bacterias, virus, parásitos, hongos, radiaciones, frío, calor, rayos UV, venenos, toxinas, traumatismos y cuerpos extraños, alteraciones vasculares, alteraciones inmunitarias, son las causas más frecuentes.
Las enfermedades autoinmunes son aquellas en las que el sistema inmunitario reacciona frente a tejidos propios del cuerpo, con algún grado de alteración, como si fueran cuerpos extraños. Asma, artritis, diabetes II, fibromialgia, Lupus, pénfigo, psoriasis, son algunas de ellas. En todos estos casos hay procesos inflamatorios involucrados.
En la mayoría de los casos mencionados se pueden utilizar con éxito las plantas medicinales y en las siguientes entradas iré incluyendo ejemplos.
Los dos temas que inquietan y mucho son nada menos que la inflamación y las enfermedades autoinmunes.
La inflamación es un proceso sumamente complejo y dinámico, diseñado al parecer para detener procesos agresivos (tal el caso de procesos alérgicos) y no permitir que avancen hacia todo el cuerpo, o para inmovilizar una zona hasta lograr su recuperación (como en traumatismos).
Este proceso de defensa promueve un mayor flujo de sangre a la zona y la aparición de los síntomas clásicos, hinchazón, dolor, enrojecimiento y aumento de temperatura local. Las inflamaciones pueden ser agudas o crónicas, según su presentación y evolución.
Bacterias, virus, parásitos, hongos, radiaciones, frío, calor, rayos UV, venenos, toxinas, traumatismos y cuerpos extraños, alteraciones vasculares, alteraciones inmunitarias, son las causas más frecuentes.
Las enfermedades autoinmunes son aquellas en las que el sistema inmunitario reacciona frente a tejidos propios del cuerpo, con algún grado de alteración, como si fueran cuerpos extraños. Asma, artritis, diabetes II, fibromialgia, Lupus, pénfigo, psoriasis, son algunas de ellas. En todos estos casos hay procesos inflamatorios involucrados.
En la mayoría de los casos mencionados se pueden utilizar con éxito las plantas medicinales y en las siguientes entradas iré incluyendo ejemplos.
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