Los complementos o suplementos de la dieta son sustancias naturales o sintéticas que, agregadas a la alimentación, logran una mejora en la salud humana. Pueden administrarse solos o agregados a algún componente de la dieta.
Los complementos vitamínicos y minerales vienen siendo utilizados desde hace muchos años, con la finalidad de corregir deficiencias provocadas por la dieta, por mal funcionamiento del organismo o por exigencias mayores a las comunes, tal el caso de los deportistas. Pueden incluir un sólo elemento o muchos de ellos.
El aceite de hígado de bacalao se ha venido utilizando como potenciador de las defensas orgánicas y ultimamente como agente para la lucha contra algunos tipos de tumores. Su uso ha sido cuestionado por algunos autores. Otros aceites de pescado también se utilizan, tal el caso de los Omega 3 y Omega 6.
La miel y derivados de la industria apícola (propóleo, polen, jalea real) se han venido utilizando con mucho éxito, aunque pocos trabajos se han hecho para verificar sus propiedades y los mecanismos de acción que las promueven.
La proteína del suero de leche, la creatina y el ácido linoleico conjugado has demostrado ser beneficiosos para del desarrollo y el comportamiento muscular bajo condiciones de entrenamiento exigente.
El aceite de coco utilizado como complemento o suplemento en la dieta parece lograr una disminución de los niveles de colesterol y ayudar a disminuir depósitos grasos localizados en personas con sobrepeso.
Yendo a otro ejemplo muy diferente, la utilización de un complemento de curcumina, una sustancia extraída de la cúrcuma (Curcuma longa), permite disminur en forma notoria algunos efectos no deseables en los tratamientos antitumorales utilizando cisplatino.
Por su parte los alimentos suplementados son aquellos alimentos a los que se agrega sustancias alimenticias varias, a fin de mejorar las cualidades de la dieta.
El agregado de minerales, vitaminas, fibra, ácidos grasos, fitosteroles, a la leche y derivados lácteos.
Los cereales con agregado de complementos, las bebidas sin alcohol, los huevos, las carne y derivados, las grasas, todos estos alimentos se vienen utilizando como vehículos de sustancias que pueden mejorar la situación sanitaria del organismo.
Un último y sencillo ejemplo, la sal con sales de iodo, o sal iodada.
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