Luego de un período prolongado de estrés, hablo de años, debido a problemas económicos y como consecuencia de un gran disgusto adicional, digamos que de tipo orgullo-afectivo, se me comenzó a manifestar el típico prurito con aparición de pequeñas formaciones inflamatorias en ambos codos. El picor, picazón o prurito, como quieran llamarlo era desesperante por momentos.
| Como autodidacta, investigador en las bibliotecas y en muchos de los medios informativos, incluso la charla con gente que de alguna forma está en el tema, he logrado formar una base de datos importante. Con ella como guía, comencé a elaborar extractos y productos y a conseguir voluntarios para probarlos. El primer "conejo de Indias" ha sido quien está escribiendo y "todavía sobrevive y lucha". | Con el rascado obtenía un alivio temporario y algunos trozos de piel también. Este primer empuje lo soporté estoica y rascadamente unos 10 días. Allí comencé la investigación. El seguimiento de la consulta médica me hubiera significado una serie de exámenes que podrían haber demorado meses. La revisión de la bibliografía me mostró grados de enfermedad realmente alarmantes. Mi caso era leve. |
La reaparición de los empujes era precedida siempre por episodios de estrés bastante intensos. A los 3 a 4 días del estrés ya me estaba rascando. Una vez que logré reconocer síntomas, evolución y todo lo demás de "mi psoriasis", comencé a probar tratamientos. Estoy olvidando que las formaciones nacaradas que se presentan algunos días después de comenzar el empuje son como en los libros.
Localmente no obtuve mayores resultados, por lo menos no más allá de un alivio momentáneo y comencé a utilizar extractos de plantas.
Para mantener el suspenso les comento que el uso de zarzaparrilla (o sarsaparrilla) (Smilax officinalis) una especie de hiedra de tallo leñoso que crece en nuestros montes nativos fue el comienzo de mi alivio casi permanente.
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