Contigo pan y cebolla
Qué expresión tan antigua, conocida, simpática y ahora tan importante o digamos tan saludable.
Pues resulta que se ha demostrado que el hasta ahora denostado pan blanco, que supongo, sería el acompañante de la cebolla, en una dieta frugal, resulta de gran beneficio para algunas bacterias de la flora benéfica de nuestro intestino grueso.
En especial parece que los microorganismo del género Lactobacillus serían los principales beneficiados.
La cebolla por su parte contiene otros compuestos que pasan sin ser digeridos en el estómago y el intestino delgado, pero que son degradados por otros microorganismos benéficos del intestino grueso, las bífidobacterias, ademas de los lactobacillus.
Todos estos microorganismos son fundamentales para la fermentación que ocurre en esa porción del aparato digestivo y que representa una etapa fundamental en la salud de nuestro organismo y en el control de varias enfermedades.
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