El asma es una enfermedad crónica que causa dificultad respiratoria, tos, congestión pectoral y muchas veces una sensación fuerte de falta de aire. Es una enfermedad muy seria y de cuidado. Se presenta tanto en niños como en adultos y puedemanifestarse a cualquier edad.
Las causas no están dilucidadas y se clasifica dentro de las enfermedades autoinmunes, junto a reuma, psoriasis y alergias. Se manifiesta con la aparición de broncoespasmos, una disminución repentina de la luz de los bronquios. Puede estar asociado con cuadros alérgicos y con el aumento de los niveles de histamina por varias causas, incluso la polución ambiental y situaciones de estrés.
Si bien es una enfermedad que debe ser tratada y monitoreada de contínuo por especialistas, a modo de guía informativa se mencionan algunas plantas y extractos vegetales que pueden ayudar a los asmáticos a aliviar sus ataques.
La teofilina, la cafeína y la teobromina son tres principios activos, del grupo de los alcaloides, presentes en las plantas que han demostrado eficacia en disminuir algunos de los síntomas del asma.
La teofilina se obtiene principalmente del té negro y verde (Camellia sinensis) y es un estimulante del sistema nervioso y un relajador de la musculatura pulmonar. Mejora los movimientos respiratorios. La cafeína, presente más que nada en el café (Coffea arabiga), es vasodilatadora, estimulante nervioso y respiratorio y relajante muscular. La teobromina proviene del cacao (Theobroma cacao) y está presente también en el chocolate. Es estimulante nervioso y cardiovascular y produce broncodilatación.
La efedra (Ephedra sinica) se ha venido utilizando desde hace mucho como broncodilatador, descongestivo de las vías respiratorias y estimulante del sistema nervioso central. La efedrina es uno de sus componentes principales.
De todas maneras se considera que no es una hierba segura y su uso debe realizarse bajo estricta vigilancia médica.
Los ginkgólidos del Ginkgo biloba son antiespasmódicos por su propiedad de interferir con el factor de activación plaquetaria, que tiene participación en el comienzo de los ataques de asma. El problema es que la obtención de cantidades adecuadas de estas sustancias requiere una concentración importante del extracto.
El hinojo (Foeniculum vulgare) contiene creosol y alfapineno que remueven las secreciones bronquiales y mejoran la respiración. El anís (Pimpinella anisum) también contiene estos elementos pero en menor cantidad.
La ortiga (Urtica dioica), en infusiones o decocciones de raíces y hojas ha demostrado ser un potente antihistamínico y antiespamódico.
El regaliz (Glycyrrhiza glabra) utilizado en infusión de sus raíces alivia la congestión de la vías respiratorias y la tos. No se recomienda su uso continuado por la aparición de efectos secundarios.
La vitamina C es un potente antihistamínico, por lo que, aquellas plantas que la contienen, los citrus (Citrus spp), el tomate (Lycopersicon esculentum) y otras, están recomendadas.
El wasabi (Wasabia japonica) es una planta cuyo polvo desecado se usa como condimento y ha demostrado ser un importante descongestivo.
Hay varias plantas más que tienen principios activos importantes para aliviar cuadros de asma, cebollas, coles, malva, orégano, salvia, tomillo, zanahoria, etc.
De ellas destaco la malva, el orégano y el tomillo. Una decocción de estas tres plantas produce un alivio importante en cuadros congestivos y además poseen efectos antimicrobianos.
This study shows that epigallocatechin, from blackcurrants, works in conjunction with other natural immune responses that occur at the same time to reduce inflammation. These actions are distinct from the inflammation-reducing activity of another group of compounds, anthocycanins, which are also rich in blackcurrants. Anthocyanins are known for their antioxidant properties and, interestingly, have been shown by Dr Hurst's research group to also influence inflammatory mechanisms and complement the body's own natural immune responses. The research shows some compounds in fruit thought to promote health with their antioxidant activity are keeping us well by other means.
This study shows that epigallocatechin, from blackcurrants, works in conjunction with other natural immune responses that occur at the same time to reduce inflammation. These actions are distinct from the inflammation-reducing activity of another group of compounds, anthocycanins, which are also rich in blackcurrants. Anthocyanins are known for their antioxidant properties and, interestingly, have been shown by Dr Hurst's research group to also influence inflammatory mechanisms and complement the body's own natural immune responses. The research shows some compounds in fruit thought to promote health with their antioxidant activity are keeping us well by other means.
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