Explicación ultra simplificada de la regulación del colesterol en el organismo.
El comienzo es claro y sencillo, todo el proceso tiene como finalidad mantener los niveles de colesterol en cifras acordes con las necesidades del organismo.
Por lo tanto, de acuerdo a lo que aporta la dieta (colesterol externo) es decir lo que se consume a diario y que varía según el tipo de alimento, se moviliza un muy complejo mecanismo que regula la formación de colesterol por parte del organismo (síntesis) y la eliminación del colesterol sobrante, si lo hay.
El colesterol que se consume pasa desde el intestino al hígado transportado, como partículas de lípidos o grasas, por conductos especiales y desde el hígado se libera hacia la sangre, donde es transportado por proteínas especiales que forman los conocidos complejos lipoproteicos (LDL y VLDL). Otro complejo, las HDL conduce el colesterol de regreso al hìgado para su eliminación.
La síntesis orgánica (menos de la mitad del colesterol total) se lleva a cabo en las células del hígado, del intestino y en menor medida en las células de otros órganos, a partir de lo que se conoce como ciclo energético. Dentro de esas células, en sitios especializados del citoplasma. Parte del colesterol elaborado se vuelca a la sangre y el resto se almacena en el citoplasma, en forma libre o en pequeñas cápsulas.
El exceso de colesterol se elimina del organismo por una única vía, la bilis, sea como colesterol libre o transformado en ácidos biliares.
La cantidad de colesterol en sangre se regula, como se dijo antes, por varios mecanismos paralelos en los que intervienen receptores o detectores de los niveles en sangre, glándulas endócrinas, hormonas, genes especiales, enzimas y pequeños órganos intracelulares.
La superficie externa de la membrana celular, en contacto con la sangre tiene extensiones especializadas (como minúsculos cables) que “miden” continuamente el nivel de colesterol en sangre. Estos sensores dan aviso a las glándulas endócrinas involucradas, páncreas y adrenales, las que, según la situación, liberan hormonas para aumentar o disminuir la formación de colesterol en las células (síntesis). A destacar que, debido a su importancia, una de las hormonas involucradas es la insulina.
Estas hormonas actúan sobre controladores de la exposición de los genes especiales y de la lectura de la información genética (transcripción) que estimulan (de ser necesario) la producción de enzimas, que actúan como aceleradores de la producción de colesterol y de sus precursores o de actuación de las HDL para retirar el colesterol del torrente sanguíneo.
La lectura de la informaciòn genética y la producción de estas enzimas, se lleva a cabo en órganos del citoplasma y del núcleo, de una forma prácticamente permanente, cosa muy difícil de imaginar, como una fábrica con una enorme cantidad de trabajadores que no se detiene en ningún momento. Tiene períodos de mayor y menor actividad, pero el alerta y los mecanismos están siempre activos.
Un proceso similar, aunque algo más sencillo, ocurre en el hígado para la formación de la bilis y la incorporación del colesterol a ella.
Debo pedir la indulgencia de los estudiosos y la comprensión de los demás ya que para resumir este capìtulo del metabolismo del colesterol, he debido acortar las explicaciones a cuenta de su exactitud y claridad.
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